viernes, 5 de agosto de 2011


¿Crítica o envidia?

Entre la crítica y la envidia existe una línea tan fina que, muchas acciones, opiniones o expresiones pueden saltar fácilmente entre una y otra, principalmente si existen intereses particulares de por medio.  En este orden, en días pasados leí una entrevista realizada a un personaje, el cual expresó: "Crítico es aquel que quiso ser lo que tú eres y no tuvo capacidad para serlo, entonces se mete a criticar".

No todos tenemos la capacidad de hacer una crítica sin sentir al menos una pizca de envidia o celos.  No todos somos capaces, o tenemos la intención, de hacer una crítica que lleve a una mejoría de lo criticado o de quien se habla.  Se nos olvida que una crítica debería ser siempre un medio para mejorar, no para destruir. 

Todos tenemos aspiraciones y deseos, y muchos vienen por tener o querer ser lo que otro es o tiene.  Aspirar o imitar no siempre es malo; la falta está en convertir ese deseo, que es natural, en envidia disfrazada de crítica.

Sea justo en emitir juicios y busque mejorar a las personas o su entorno, no destruirlas con sus comentarios.

Job 5:2
Es cierto que al necio lo mata la ira, y al codicioso lo consume la envidia.

Eclesiastés 4:4
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Juan 7:24
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.

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